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Lea este post. Consulte al farmacogenómico.

Seguro que a muchos de vosotros os ha pasado. Habeis seguido un tratamiento para un simple dolor de garganta y os ha sentado estupendamente. Al poco tiempo, alguien cercano a vosotros sufre el mismo problema y decidís sin pensarlo mucho, recomendarle el mismo tratamiento y…el tratamiento no surge efecto.

Habrá un par de dudas que rondarán vuestras mentes, la primera es si esa persona ha hecho exactamente lo mismo que vosotros y la segunda es si el medicamento viene en mal estado por cualquier circunstancia. La cuestión es que ninguna de estas dos conjeturas os lleva al acierto.

Ni un mal médico, ni una mala distribución de medicamentos son la causa de este problema tampoco. La existencia de una amplia variedad de medicamentos tiene un motivo, y es que se ha demostrado que un mismo medicamento, o un mismo tratamiento mejor dicho, no afecta del mismo modo a una persona u otra. La razón de que esto ocurra es que somos tan variopintos que sería demasiado fácil pensar que algo nos valiera a todos. Igual que todos tenemos tallas diferentes, también tenemos una forma distinta de reaccionar ante un fármaco.

En España, existen diariamente muertes por dosis inadecuadas de medicamentos, no sólo por exceso, también porque el defecto de alguno de éstos puede acelerar la progresión de una enfermedad . Ya no hablando de España : un doctor que recete la misma dosis a un español y a un japonés puede perjudicar considerablemente a alguno de los pacientes.

Se ha creado una necesidad de conocimiento de cómo afectan las dosis, los medicamentos y de poder predecir respuestas ante éstos, y ha surgido una nueva ciencia dentro del mundo de las ómicas. Se denomina Farmacogénomica y su objetivo es la búsqueda del fármaco adecuado para cada paciente en cada situación. Para ello, ésta se centra en los aspectos moleculares y  genéticos de las enfermedades intentando crear nuevas formas de ser tratadas. Con esto me quiero referir a que se quiere saber, que efecto va a tener ese fármaco tras su introducción en el cuerpo del paciente.

Esta ciencia viene de la mano de la Farmacogenética, que no es más que cómo influyen la variabilidad genética (entre ellas las mutaciones) a la respuesta que va a darse ante el fármaco. Digamos que son dos ciencias opuestas : una está basada en la forma en la que el fármaco afecta al organismo, y la otra en cómo el organismo responde ante él.

De este modo, se conseguiría evitar sobredosis, ingesta de medicamentos innecesarias, prolongación de síntomas en enfermedades, etc. Parece algo esperanzador pero por desgracia, por el alto coste que estos estudios tienen en la actualidad aún no podemos disponer de una tarjeta sanitaria, en la que podamos escribir todos los análisis y presentarnos delante de un médico con la tranquilidad de que con ésta, jamás tendremos una intoxicación. Confiando en que la tecnología en este campo avance a la velocidad de la telefonía móvil y todos sus aparatos, probablemente en algunos años esto sea una posibilidad o una solución ante los problemas que se plantean.

Para terminar, me gustaría mencionar que la falta de tecnología no es la culpable de muchos de estos casos. En mi modesta opinión, muchas veces el ejercer de médicos con nuestra mejor intención es tirarse a una piscina de bolas de colores, a veces puedes encontrarte con bolas rosas y otras con bolas negras. Siempre se ha dicho que no hay mejor médico que uno mismo, pero si existe una carrera de 6 largos años más otra infinidad de años de preparación y experiencia supongo que también tendrá un por qué. Jugarse la vida no es cuestión de valentía. A veces hay que ser un poco más humildes y pacientes, y dejar que los profesionales actúen porque las buenas intenciones por desgracia no tienen siempre un final feliz.

Impresora de órganos

ImageUna de las técnicas más avanzadas, que aún continúa siendo objeto de estudio, es esta “bioimpresora”, a la que han denominado comúnmente “impresora de órganos”.Su funcionamiento se asemeja en gran medida al de una impresora convencional. Comparte aspectos básicos de su diseño e incluso su funcionamiento es semejante.En su estructura  también podemos observar una serie de cabezales, en los que se depositan las células.

En lugar de tinta, la forma de impresión está basada en el posicionamiento de gran cantidad de células sobre un gel en una posición precisa y de una forma determinada, dibujando entre sus formas órganos tan solicitados y necesarios, como por ejemplo un riñón. Hay que considerar que dentro de un mismo órgano, no todas las células son iguales. Hay células que por estar más próximas a un vaso sanguíneo o a otro órgano, adoptan una conformación diferente a una célula que simplemente se encuentre dando forma a la pared del órgano. Se han conseguido pequeñas partes funcionales, pero el todo es algo muy complejo. La coordinación de las células no es como un entramado de cables que podemos modificar a nuestro antojo, variando la corriente que discurre por ellos. Recordemos, que las células son autónomas, y tienen unas funciones basales propias que aún no controlamos en cierta medida.

Si estas células se implantaran en un papel, no tendrían utilidad alguna, nadie puede respirar con un pulmón impreso. No es así, es algo mucho más complejo, para lo que se ha estado especializando la ingeniería. Consiste en la construcción de órganos en 3D, que permitan una vez insertados en un cuerpo humano o animal, realizar funciones básicas y vitales para la mayoría de los seres vivos.

A todo esto, un órgano no es más que un conjunto de células agrupadas en tejidos, que poseen morfología y estructura similares y que desempeñan una función en concreto. De ahí que lo necesario para la creación de éstos no sean más que células especializadas y características de ese órgano.

Estas células se fusionan para formar una mini red, que podría llamarse también “mini tejido” que funcionan como cualquier otro natural.

Anteriormente, se ha estado intentando la creación de tejidos de otro modo : se esperaba a que las células crecieran y se desarrollaran sobre una base líquida, y a diferencia de este nuevo avance, las células que el robot se encarga de ir depositando, ya están diferenciadas y desarrolladas al nivel que lo estarían las células adultas.

No sólo se han conseguido órganos con esta técnica, también se ha conseguido tejido óseo, y está en estudio la creación de tejidos nerviosos, aún no muy caracterizada.

Como toda técnica que se precie, posee una serie de limitaciones. Seguro que ustedes se preguntaran la procedencia de esas células. Son necesarias miles de células para realizar un solo órgano. En el caso de pacientes que han sido quemados, se utilizan sus mismas células, las células de ese órgano. En el resto de casos, son necesarias las células madre.

Volvemos al dilema que parece predominar en el mundo de la biomedicina actual. Las células madre pueden denominarse células embrionarias y para muchos, ya es cuestión de tratar con pequeños seres humanos lo que crea un debate ético y moral.Sin embargo, como en la mayoría de los avances médicos, hay que sopesar si da más beneficios que problemas.

Cabe mencionar, que las listas de esperas de donantes de órganos son inmensas, y que por desgracia, en nuestros días es necesaria una alta tasa de donaciones. De este modo, conseguiríamos disminuir esas listas, las muertes provocadas por la duración de éstas y por si fuera poco, mejorar la calidad de vida de muchos de nuestros mayores.

Una vez más, ¿el fin justifica los medios? ¿Es cuestión de asumir las enfermedades y no buscarles remedio, por no utilizar este tipo de células? Lo que sí es cierto, es que no sabemos lo que dura la vida hasta que un ser querido nos falta, o que nadie tiene culpa de padecer una enfermedad.

Para más información, aquí he encontrado una web que lo explica todo bastante bien.

http://videoworlds.info/online_now.php

http://videoworlds.info/online_now.php

Dieta a base de genes

Los genes no engordan, a no ser que estén implicados en hormonas tiroideas por ejemplo. Además, ocupan poco espacio y no tienen sabor. ¿Qué me diría usted si le planteo que sigue una dieta rica en transgénicos? ¿Me creería?.

Dando una pequeña vuelta por la blogoesfera, he encontrado un post comentando una noticia sobre el tema que nos ocupa. La Unión Europea va a aumentar las medidas de control sobre los transgénicos que vayan a comercializarse. Y en la foto principal aparecen dos hombres con frases como “Transgénicos NO” o “Yo no quiero transgénicos”. No veo por ningún lado ninguna defensa de los transgénicos, ni nadie detrás con un cartel que diga “Yo sí los quiero”. Supongo que esos dos hombres, cuando llegan a casa a la hora de comer y se encuentran en la mesa un plato de patatas fritas, fresas o algún tomate en la ensalada, sacarán el mismo cartel que se muestra en la fotografía. ¿Usted qué piensa, lo harán o no?.

No lo sé a ciencia cierta pero, no creo que rechacen ninguno de esos alimentos. Ni siquiera sabrán que esos productos son transgénicos. Los transgénicos han existido toda la vida, todo empezó con la mejora vegetal clásica. Esta mejora vegetal consiste en cruzar dos especies puras, a las que llamaremos parentales, para generar una nueva especie a la que denominaremos híbrido. Hay un cereal denominado tritordeum que viene del cruce de trigo y cebada. En ella lo que hacemos es crear un nuevo individuo con genes de ambos parentales.

Y ustedes dirán ¿qué es un transgénico?. Yo, exceptuando en mi carrera, siempre he escuchado que es algo “malo” que llevan ciertos vegetales. Pues un transgénico realmente es aquel que ha sido modificado genéticamente mediante ingeniería genética (una serie de técnicas basadas en la modificación del número, posición o variante de un gen). Esa fama que llevan consigo los alimentos transgénicos viene determinada por dos razones: una de ellas es la ignorancia. Permitanme que lo diga así, nadie ha sabido explicarme bien nunca el porqué sí. La otra es la incertidumbre hacia lo desconocido.

Abriendo un debate con unos compañeros, nos pusimos en la piel de esos dos hombres y en la de los activistas de Greenpeace . Si pasáis a leer el enlace, veréis como sólo hay frases tipo  “Los OMG (organismos modificados genéticamente) amenazan nuestra salud, deterioran el medio ambiente y destruyen la agricultura familiar o sostenible“. Pero no he conseguido encontrar en ningún lugar el porqué de su peligro.

Uno de los motivos que dan algunos de los que han se “han molestado” en informarse es el peligro de transferencia horizontal, es decir la posibilidad de que esas modificaciones sean transferidas a nosotros. Se puede realizar por tres caminos:

1.- Conjugación: en el que el material genético pasa de una célula a otra por contacto entre ellas.

2.- Transducción: fenómeno en el que el material genético pasa de una célula a otra a través de virus infecciosos.

3.- Transformación: en el que el material genético lo toma directamente la célula de su ambiente.

Por supuesto, como se muestra en la noticia, estos alimentos deberían llevar un control exhaustivo, pero tanto estos, como cualquier otro, cuando hay un mínimo riesgo de que corra peligro nuestra salud. De hecho siempre lo han tenido, son objeto de muchas críticas. Gracias a los grandes estudios que se realizan se ha disminuido la posibilidad de que se produzca transferencia horizontal a una cifra ínfima. Entre las soluciones, se encuentra la separación a varios metros de cultivos transgénicos y no transgénicos, lo cual impediría la polinización de éstos, y con ello el fenómeno de transferencia. Lo que no entiendo es por qué hay ese excesivo miramiento para especies nuevas y no para productos comunes como la patata o el tomate. La patata original tiene un sabor amargo porque acumula un alcaloide(toxina), y sin ser tratada genéticamente, nos habría sido imposible consumirla. La transferencia horizontal también se produce de forma natural en el medio.

Otro problema que se plantea es que estamos utilizando la naturaleza como un negocio y nos estamos olvidando de preservarla. Precisamente, muchas de las técnicas utilizadas para obtener transgénicos y demás también tienen en consideración el uso de los suelos, ya que aumentan la productividad y se aprovechan mejor las áreas de cultivo. Existen ya avances que ayudan a preservar dichas zonas, y en ellos la Biotecnología también tiene un campo abierto.

Ahora, mirando el tema desde un punto de vista social me planteo el fin de la Biotecnología en este campo. Gracias a estas técnicas, que recuerdo que llevan muchísimos años utilizándose, hemos conseguido aumentar la producción y con ello abastecer a la población. También tenemos variedades en alimentos o alimentos más ricos, que si esto no se produjese. Se vuelve a plantear un problema, ¿Biotecnología, necesidad o negocio? ¿Se puede abastecer la demanda actual sin el uso de transgénicos o de la ingeniería genética?. Al final va a resultar que es cierto, “somos lo que comemos“.